UN ESPACIO CONSERVADOR

  "El énfasis conservador como en grupos como la familia, la Iglesia y la comunidad local es también es también en la práctica el énfasis sobre los diversos papeles sociales que existen por fuerza en estos grupos. En consecuencia el ala conservadora ha prestado un apoyo mínimo a los distintos movimientos de liberación del siglo XX. Dado el temor de las masas, la amenazante disolución de las moléculas sociales en átomos, el nihilismo generalizado hacia una sociedad y una cultura resultado del hedonismo individualista y el efecto fragmentador tanto del Estado como de la economía sobre las comunidades tradicionales, apenas puede sorprender que desde el principio los conservadores haya estado a la vanguardia de las resistencia a (tantos) movimientos...(modernos)." (ROBERT NISBET, Conservadurismo )

  "Los años 80 serán, para los Estados Unidos, los años Reagan...la síntesis de un razonamiento muy conservador y de un renovado crecimiento económico, el acercamiento inesperado a la Biblia y al microprocesador, a la moral tradicional y a la moderna tecnología...    El 'reaganismo' es, por lo tanto y ante todo, el retorno a ese sueño americano encarnado...la América profunda, la que cree en Dios, en los valores morales y espirituales, en la familia, en la libre empresa, en la competición y, en fin, en su misión universal de resistencia a ese 'Mal' absoluto que es el comunismo...    El Estado, dentro de este análisis conservador, es el cáncer devorador...Es el Estado que metiéndose en la vida económica impide a las empresas adaptarse a los cambios y suscita las crisis. Sus intervenciones aumentan la desocupación en lugar de disminuirla. Más aún, el Estado asegura las desigualdades sociales al encerrar a la gente menos favorecida -negros, hispanos, inmigrados recien

  "Es el primer nombre que recordamos porque le tocó actuar durante los  primeros años de la Restauración y se ocupó intensamente de las cuestiones  sociales.  La tendencia moderna a poner en manos de la organización estatal todo lo  referente a los problemas del trabajo, crea una perspectiva falsa para apreciar  la tarea reformadora de estos hombres. En primer lugar porque la derecha  lucha constantemente contra esa tendencia, y su particular preocupación  consiste, precisamente, en robustecer las organizaciones intermedias capaces  de resistir a la centralización dominante. Esta tarea restauradora, para  designarla con la palabra pertinente no es utópica ni ilusoria, pero lucha contra  tres fuerzas arrolladoras: la íntima economía del aparato estatal, cuya poderosa  tendencia a crecer a expensas de otros poderes es incontenible; los intereses  de los grupos financieros siempre dispuestos a servirse de esa máquina para  aumentar sus propios poderes: la convergencia de dos fuerz

"Un conservador americano cree en DIOS, en la moral, en el éxito, en la patria, y sobre todo en América. Está persuadido de que el sueño americano sigue funcionando, con tal de que el Estado no frene la libre iniciativa, que la izquierda renuncie a hacer feliz al pueblo a pesar de él..." (GUY SORMAN, La revolución conservadora americana )