POR QUÉ SER CONSERVADOR

 “Nuestras preferencias políticas se manifiestan por vías misteriosas. La gente a veces me pregunta: ‘¿Cuándo decidiste hacerte conservador?’. Pero yo no decidí nada: comprendí que lo era. Para ello bastó con que meditara acerca de estos asuntos. Otros descubren que son progresistas o radicales, sin tampoco verse capaces de explicar sus tendencias.

     Alguna vez puede ocurrir, sin embargo, que seamos capaces de recordar una conversación, un libro, una reunión pública, un encuentro casual, un reproche, una oportunidad, un instante de reflexión solitaria o aun el ejemplo que nos dio un instante de reflexión solitaria o aun el ejemplo que nos dio un hombre o una mujer, y es posible que algunas de esas cosas hayan podido llevarnos o nos hayan impelido a abrazar una determinada opción política. Pienso, por ejemplo, en una tarde de domingo, el estanque del molino de mi pueblo. Yo era un niño. Nos cobijaba la sombra de grandes árboles; me encontré deseando que jamás cambiara todo lo que nos rodeaba en aquel instante. Éste es el primordial impulso, el empuje conservador; la aspiración al orden y la permanencia, en el ámbito personal y en el de la república.

     También podría evocar un paseo con mi padre, hombre sagaz y valiente, junto a las vías del tren, trazadas en una glacial morrena. Conversábamos sobre la historia de Gran Bretaña, ya que yo acababa de leer la Historia de Inglaterra contada a un niño, de Dickens. Mi comunión con aquel viejo caballero a quien yo admiraba inmensamente y nuestros comentarios de entonces acerca del pasado viviente forman parte de las influencias que evitaron que pudiera convertirme en un apóstol de la Modernidad.

     O pudo haber sido el ejemplo dado por algún campeón eminente de todas las cosas permanentes que nos conmueven; quizás algún hombre que aún entonces vivía, o una grandiosa figura de la antigüedad, convertida ya en polvo. Las acciones de tales personajes moldean nuestras creencias y emulándolos en sus acciones, en la medida de nuestras posibilidades, quizás en otra época y otro país.” (RUSSEL KIRK)



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