DERECHAS E IZQUIERDAS

La Revolución Francesa: dio origen a la división política entre derechas e izquierdas.

  1. La Izquierda:

Se ha caracterizado históricamente por oponerse al Orden establecido, y por proponer, consiguientemente, cambios estructurales de la organización política y social, que lleven a limitar las jerarquías establecidas imponiendo un sistema más “igualitario”. Nacida de la Revolución Francesa podemos caracterizarla del siguiente modo:

  1. Mito de la Redención del hombre por sí mismo: Concibe a la Revolución como el medio de regeneración social. Su ideal se debe extender a toda la Humanidad.

  2. Oposición a las jerarquías establecidas: Para la izquierda el Estado, las leyes, las estructuras sociales, la policía, la religión, el arte, la filosofía son medios de dominación de las clases superiores sobre las inferiores.

  3. Lucha de clases: Concibe, por tanto, la vida social no como armonía e integración entre los diversos sectores de la sociedad sino como lucha y enfrentamiento. Lo “normal” no sería la convivencia y la paz social sino el conflicto.

  4. Socialismo frente a comunitarismo: Su visión de la sociedad como unidad de hombres abstractos iguales, lleva al socialismo, una sociedad de “masas”, integrada por “átomos” iguales; oponiéndose, por tanto, a las estructuras comunitarias tradicionales, con sus jerarquías, distinciones, tradiciones, identidades, etc.

  5. Estatismo: Paradójicamente, la Izquierda que se opone al Orden establecido, termina considerando que es el Estado el gran medio de “igualación” social. Un Estado omnipotente, burocrático, que absorbe casi toda la riqueza generada por una sociedad, y que se encarga de “igualar”, educar, dar trabajo, imponer una visión del mundo que tienda a diluir las “diferencias”, etc.


  1. La Derecha


Si la Izquierda representa la oposición al Orden establecido, la Derecha lo afirma. No para defender situaciones establecidas como la acusa la Izquierda; sino porque considera que las estructuras sociales y políticas son naturalmente inherentes al hombre, y éste las necesita para su desarrollo como persona humana. Veamos algunas características: Naturaleza social y política del hombre: Para la Derecha la vida social es una exigencia de la Naturaleza humana. Ésta necesita de un Orden, de una autoridad, y por tanto de gobernantes, leyes, policía, etc. La vida social del hombre es, por tanto, necesariamente política. Aquí podríamos recordar la célebre definición de Aristóteles: “El hombre es un animal político”.

  1.  Necesidad social de las Jerarquías: la vida sociopolítica requiere por tanto de jerarquías, las cuales no son una simple imposición de unas clases para dominar a otras sino que responden a una necesidad humana.

  2.  Fundamento familiar del Orden social: El fundamento de la sociedad para la Derecha es la familia, y su continuidad histórica. Por eso, tradicionalmente defendió lo que se conoció con el nombre de “Mayorazgo”. La familia, por otra parte es considerada como producto de la unión sacramental de por vida de un hombre con una mujer.

  3.  El desarrollo del hombre a través de las diversas instituciones sociales: El hombre se integra socialmente, para su desarrollo no a través de las instituciones estatales sino de las sociales. La primera es la familia. Otras son el Gremio, la corporación, las iglesias, el municipio, las escuelas y universidades, etc. De este punto y el anterior, se deduce la importancia que tiene la expresión de la Religión, y su institucionalización a través de la Iglesia en las sociedades tradicionales.

  4.  El Orden como trascendente al hombre y a la Sociedad: De todo lo desarrollado se concluye que el Orden social se funda en un Orden preexistente y anterior al Hombre y a la Sociedad. No es por tanto creado, sino dado, y por tanto la Legislación humana debe respetar ese Orden trascendente.

  5.  El Mercado es solo un aspecto de la vida social: La Izquierda suele considerar que la Derecha al oponerse a la “estatización” de la vida social es una férrea defensora del “Mercado” como único ámbito de la vida social. Las cosas y las personas se convertirían por lo tanto en algo que se “compra” y “vende”, y no existiría por tanto más marco regulatorio que el mismo. Para una auténtica Derecha conservadora, como ya se señaló más arriba, la negación del dominio absoluto del Estado no es el Mercado, sino las diversas instituciones creadas por la sociedad.

     A pesar del triunfo “fugaz” de la Izquierda durante el “Terror” jacobino de 1793, durante el siglo XIX no llegó a imponerse en las sociedades occidentales el predominio de una democracia socialista de masas. Sin embargo, no podemos dejar de señalar que la ideología liberal le abrió el camino a la misma para su triunfo en el siglo XX. A pesar de todo durante el 1800 las sociedades siguieron desenvolviéndose por carriles “tradicionales”. Esto es lo que señala Elio Gallego: 

     “El mundo del siglo XIX, el siglo liberal, era todavía una época, aun en crisis, de convicciones religiosas y de costumbres estables. Un siglo con clases sociales, con una aristocracia todavía fuerte en lo social cuando no en lo político. Con una educación selecta y selectiva, en la secundaria y sobre todo en las Universidades. Con un verdadero gusto por la cultura y un cultivo del arte que aun no se había convertido en mero producto de masas. Con un Estado mínimo que, en condiciones normales, no alcanzaba a absorber en ningún caso más allá del diez por ciento de la riqueza nacional, y dedicado en su mayor parte a gastos de defensa. Con una administración que no estaba formada sino por unos miles de funcionarios. Con una familia en general estable y con una mayoría todavía abrumadoramente rural. Con unos Parlamentos que respondían en general a su nombre, donde se deliberaba y se discutía. Parlamentos poblados de figuras egregias e independientes, en los que apenas cabía encontrar políticos profesionales, ni grandes disciplinas de partido (…) Y ese mundo histórico finalizó en 1914. Ese es el fin de la época liberal y el comienzo de una nueva época, de un nuevo mundo radicalmente distinto. El mundo de hoy. Un mundo caracterizado por la hegemonía de las masas, en su búsqueda insaciable de consumo y bienestar. Un mundo de intervencionismo estatal abrumador, donde el Estado tiende a cubrir y regular todas las dimensiones de la vida de la ‘cuna a la tumba’, y que recauda y distribuye aproximadamente la mitad de la riqueza nacional.”



Comentarios

  1. Muy bueno. Hay alguna fuente de todo lo mencionado y citado ? Es de algún libro? Gracias

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