ACERCA DE LA IRRUPCIÓN DE LA "DERECHA" EN ARGENTINA

 Muchas han sido las causas de la irrupción del fenómeno "derechista" en Argentina, pero tal vez hay tres momentos que fueron determinantes. La primera gran reacción contra el "relato" y la práctica izquierdista impuestos en Argentina por lo menos durante los últimos veinte años se produjo en 2018 cuando Mauricio Macri puso en debate el tema del aborto. De repente, cuando parecía que la sociedad iba a aceptar mansamente la legalización del mismo, se produjo una gran reacción que obligó a muchos legisladores a rever su postura. No sólo el aborto se cuestionó en esa ocasión sino también el discurso feminista "verde" que le servía de sustento.

     Un segundo hecho, que despertó a parte de la población fue el encierro al que fuimos sometidos durante el 2020, y la forma prepotente y abusiva en la que fue implementado, mientras se nos decían que "el Estado nos protegía". Es cierto que la reacción tardó (al principio se aceptó mansamente, y muchos periodistas que hoy claman contra aquello, fueron cómplices). El enojo se profundizó cuando se supo la vida que se estaban dando nuestros carceleros.

     Un tercer factor a tener en cuenta es el estado de ruina en el que terminó la economía argentina luego de años de despilfarro y de intervencionismo estatal.

     Mientras todo esto ocurría, y que el periodismo acompañaba, surgieron en las redes gran cantidad de comunicadores que hacían oír otras voces comenzando a abrir las cabezas de muchos. Así fue que frente a la muerte -promovida por el aborto-, el encierro y los límites impuestos a nuestras libertades desde el poder, y la acción estatal intervencionista abusiva en la economía, se comenzó a clamar en defensa de la VIDA, de la LIBERTAD y de la PROPIEDAD.

     Sumemos a todo lo dicho el relato acerca de los Derechos Humanos, con su visión miope de lo ocurrido en los 70 (tema recurrente y que terminó por saturar a gran parte de la población), con la defensa de los delincuentes contra el ciudadano honrado (a aquéllos se los liberaba cuando a éstos se los encerraba), dejando -además- hacer tropelías a seudo mapuches en el sur argentino... Era obvio que alguna forma de reacción tenía que producirse, como está ocurriendo en muchas naciones de Occidente por diversos motivos, aunque todas tienen en común el hastío de la población de a pie ante las consecuencias devastadoras para nuestras sociedades del progresismo (ése que siguen intentando imponer desde medios a los que la gente cada vez presta menos atención).

     Llevar adelante un cambio profundo ante tanto caos instalado durante años no va a ser sencillo ni cuestión de poco tiempo, agregando a esto la cuestión tan humana de los celos, las divisiones y los enfrentamientos entre aquéllos que dicen estar del mismo lado. Pero más allá de todo quede algo en claro: NO QUEREMOS VOLVER NUNCA MÁS A CAER EN MANOS DE LOS QUE NOS DEJARON SEMEJANTE DESASTRE. 

JAVIER RUFFINO