LA HISTORIA COMO PURIFICACIÓN

 "Estamos atados al trono del Ser Supremo con una cadena flexible que nos retiene sin esclavizarnos.
   Lo más admirable del orden universal de las cosas, es la acción de los seres libres bajo la mano divina. Libremente esclavos, actúan al mismo tiempo voluntaria y necesariamente: hacen realmente lo que quieren, más sin poder alterar los planes generales. Cada uno de estos seres ocupa el centro de una esfera de actividad, cuyo diámetro varía al arbitrio del geómetra eterno, quién sabe extender, restringir, detener o dirigir la voluntad, sin alterar su naturaleza...
   En el mundo político y moral, tal como en el mundo físico, existe un orden habitual, y hay excepciones al mismo...
   Lo que más impresiona en la Revolución Francesa es esa fuerza arrolladora que doblega todos los obstáculos. Su torbellino arrastra como briznas de paja cuanto la fuerza humana ha sabido ponerle: nadie ha contrariado su avance impunemente...
    Se ha observado, con gran razón, que la Revolución Francesa conduce a los hombres más de lo que es conducida por ellos...
    Los mismos facinerosos que parecen conducir la Revolución, sólo intervienen en ella como meros instrumentos; y en cuanto tienen la pretensión de dominarla, caen ignominiosamente...
   Pero en el instante en que esos tiranos detestables colmaron la medida de los crímenes necesarios para esa fase de la revolución, un soplo los derribó. El poder gigantesco que hacía temblar a Francia y a Europa no resistió el primer ataque; y como no debía haber nada grande, nada augusto en una revolución criminal hasta la médula, la Providencia quiso que el primer golpe fuese asestado por hombres que habían participado en las matanzas de septiembre, a fin de que la misma justicia fuera infame...
   En suma, cuanto más se observa a los personajes más activos de la Revolución, más halla uno en ellos algo de pasivo y mecánico...(En definitiva) la Dividad... utiliza los instrumentos más viles... porque castiga para regenerar." (JOSEPH DE MAISTRE)

Comentarios

Entradas más populares de este blog

EDMUND BURKE, EN DEFENSA DE LA TRADICIÓN CRISTIANA DE OCCIDENTE

POR QUÉ SER CONSERVADOR

BURKE: ORDEN Y LIBERTAD