UN ESPACIO CONSERVADOR

"Lo que Rousseau llama las 'cadenas' que traban la bondad del hombre -las restricciones tradicionales de la sociedad sobre el ego- son en realidad los sustentáculos que hacen bueno al hombre. Ellos adaptan al hombre a un sistema estable y durable, sin el cual la conducta ética y el empleo responsable de la libertad son imposibles (este sistema estructural puede ser monarquía, aristocracia, iglesia, propiedad, constitución, o Corte Suprema, dependiendo ello del país o de la época). Debemos alterar pacíficamente esa estructura anticuada...dicen los liberales moderados...Debemos echar por la borda ese sistema malvado, dicen los radicales y los liberales más 'avanzados', descendientes de Rousseau...No, debemos preservar -CONSERVAR- esa estructura para hacer que la naturaleza humana siga siendo ética y libre, dicen los conservadores ." (PETER VIERECK, "Conservadorismo")

Es un lugar común referirse a los años 30 del siglo pasado como “década infame”. Un sector del Nacionalismo; así como la propaganda izquierdista, ya sean rojos descoloridos -como los socialistas-, o más subidos de color -como los comunistas-; pasando por el radicalismo, el peronismo y todos los populismos; todos, sin excepción, se refirieron a este tiempo con ese epíteto despectivo. Intentaremos demostrar lo contrario.      La década del 30 fue, pues, la de los “gobiernos conservadores”, siendo el más importante el del General Justo. Más allá de muchos aspectos que nos parecen criticables de este gobierno creemos que el balance de estos gobiernos es altamente positivo.     “En todo ese período, la Argentina fue tierra de paz. No tuvo guerras, la libertad de prensa no era cuestionada, el Congreso funcionó a pleno y la independencia del Poder Judicial nunca se puso en tela de juicio. La gran depresión económica fue superada rápidamente. En 1939 el PBI real de la Argentina era un 15% supe

 Parecería una verdad de perogrullo afirmar que Europa es un continente cuyas raíces culturales son cristianas: la evidencia está a la vista, quien no sea ciego y se plante frente a tantos y tantos monumentos, instituciones, obras de arte no puede más que reconocer la obviedad. Sin embargo, Pontífices como Juan Pablo II o Benedicto XVI se cansaron de proclamar esta verdad ante gran parte de la dirigencia europea que se resiste a reconocer sus orígenes. La "invasión" islámica y la revolución cultural posmoderna, radicalizada a partir de los hechos de mayo de 1968, han llevado a esta ceguera. una erosión cultural, pues, provocada por oleadas que llegan desde el exterior, y por una ideología traidora que odia lo que Europa es.       Hace más de doscientos años, ese gran visionario que fue Edmund Burke, quien supo ver hacia dónde conducían los principios sobre los que se sustentaba la Revolución Francesa, advertía:       "Sabemos, y lo que es mejor, sentimos íntimamente, que

"El poder de la mayoría...no es ilimitado. Encima de ella, en el mundo moral, se hallan la humanidad, la justicia y la razón...Pero...nuestros tiempos (han creído)...que existen cosas tales como una tiranía legítima e injusticia santa, con tal que ellas sean ejercidas en nombre del pueblo...    La igualdad despierta en los hombres varias propensiones extremadamente peligrosas para la libertad...los hombres que viven en épocas democráticas no comprenden fácilmente la utilidad de las formas...Las formas excitan su desprecio y a menudo su odio..." ("La Democracia en América")

...es considerar que el ORDEN es la expresión de la SALUD social e individual; y no el caos, el conflicto y la revuelta... ...es reconocer la importancia del ESFUERZO, del MÉRITO, de lo MEJOR; por encima del buenismo nivelador que para elevar a algunos frustra la capacidad del apto... ...es respetar a la BIOLOGÍA, que nos enseña que en casi todas las especies animales existen MACHO y HEMBRA, varón y mujer; por tanto, un verdadero derechista será un ferviente defensor de la FAMILIA... ...es reconocer el deber de GRATITUD, ante los bienes de cultura recibidos, como la TRADICIÓN y el LENGUAJE; sentir, por tanto, HORROR a toda deformación de los mismos... ...es estar abiertos al MISTERIO y a la TRASCENDENCIA, creer en un DIOS en quien confiar y esperar; y sentir repugnancia por las concepciones burdamente materialistas... SER DE DERECHAS ES, EN DEFINITIVA, SER PARTIDARIO DEL SENTIDO COMÚN, SER UNO MÁS DE LOS TANTOS HOMBRES Y MUJERES QUE DURANTE DÉCADAS POBLARON NUESTRAS CIUDADES Y RECORRIE

Dice Michael Oaskeshott que el conservadorismo es una “actitud, una disposición” (2009: 45-46) que desconfía de los cambios y tiende a preferir lo existente. En un famoso pasaje, el autor exclama que “ser conservador consiste (…) en preferir lo familiar a lo desconocido, lo contrastado a lo no probado, los hechos al misterio, lo real a lo posible, lo limitado a lo ilimitado, lo cercano a lo distante, lo suficiente a lo superabundante, lo conveniente a lo perfecto, la felicidad presente a la dicha utópica” (2009: 47).