ALEXIS DE TOCQUEVILLE: UNA MIRADA CONSERVADORA DEL PROCESO REVOLUCIONARIO

Alexis Henri Charles de Clérel, vizconde de Tocqueville nació en París el 29 de julio de 1805 y murió a los 53 años en Cannes un 16 de abril de 1859. Perteneció a una familia monárquica duramente afectada por las persecuciones en tiempos del terror jacobino. Tal vez éste haya sido el motivo por el que siempre desconfió de las "soluciones" por izquierda. Contemporáneo de los cambios provocados por las revoluciones francesa y norteamericana nos ha dejado escritos llenos de profundas reflexiones sobre ambos procesos.

     Enviado en 1831 a los Estados Unidos a estudiar su sistema penitenciario pudo conocer la experiencia "democrática" de primera mano y dejarnos una obra -La democracia en América-en la cual señala los peligros de dicho sistema, sobre todo indicó cómo la búsqueda desordenada de la "igualdad" puede convertirse en una amenaza a la libertad. Advirtió también sobre la amenaza que puede significar la voluntad de ciertas mayorías para las minorías.

     Al regresar a su Patria fue testigo de las convulsiones que sacudieron a aquella nación durante el segundo cuarto del siglo XIX. En medio de dicha situación se dedicó a la actividad política, con un profundo sentido conservador, y a la producción intelectual. En el campo de la política fue diputado, Ministro de Asuntos Exteriores y vicepresidente de la Asamblea Nacional. Tras el advenimiento del II Imperio de Napoleón III se retiró de la actividad política y se dedicó a la que sería su obra póstuma: El Antiguo Régimen y la Revolución. Allí se dedica a demostrar cómo la Revolución, a la que se suele presentar cómo la antítesis del absolutismo monárquico en realidad llevó a pleno desarrollo procesos de centralización del poder iniciados durante el mismo. (Nota al pie nuestra: siempre las revoluciones de izquierda llevan el uso del poder a un grado extremo de exacerbación, oprimen a las minorías y atentan contra la libertad de los individuos).

A continuación dejamos unos textos extraídos de las dos principales obras de Tocqueville dónde se advierten las principales inquietudes que preocupaban nuestro autor:

    "No se trata ya, es verdad, de saber si tendremos en Francia la realeza o la República; pero nos queda por saber si tendremos una República agitada o una República tranquila, una República regular o una República irregular, una República pacífica o una República belicosa, una República liberal o una República opresiva, una República que amenace los derechos sagrados de la propiedad y de la familia o una República que los reconozca y los consagre...

...los principios sobre los cuales las constituciones norteamericanas descansan, esos principios de orden, ponderación de los poderes, libertad verdadera, de respeto sincero y profundo del derecho, son indispensables a todas las Repúblicas..." (La democracia en América)

   "Si se me pregunta cómo pudo esa porción del Antiguo Régimen transportarse así, en su totalidad, a la nueva sociedad e incorporarse a ella, responderé que si la centralización no pereció en la Revolución fue porque ella misma era comienzo y signo de esa Revolución; agregaré además que cuando un pueblo ha destruido en su seno a la aristocracia, corre por sí mismo hacia la centralización. Entonces es necesario mucho menor esfuerzo para precipitarlo por esa pendiente que para retenerlo. En su seno, todos los poderes se orientan naturalmente hacia la unidad y sólo con mucho arte se logra mantenerlos divididos." (El Antiguo Régimen y la Revolución)