JUAN DONOSO CORTÉS, FIGURA ILUSTRE DEL CONSERVADORISMO ESPAÑOL DEL SIGLO XIX
"Nació en 1809 en Badajoz, proveniente de una familia de terratenientes de corte liberal con mucha influencia en su provincia. De joven, como muchos otros de su generación, se entregó a la poesía. Más arrojado que exitoso en este campo, pronto comenzó a preocuparse por los asuntos políticos y sociales de la España de su época...
...durante su juventud, escribió en numerosos periódicos como «La Verdad», «El Porvenir» o «El Piloto», y formando parte del ala moderada del Partido Liberal. Desde sus tribunas, el filósofo ejerció una defensa férrea de la monarquía constitucional, del orden liberal y la defensa de la propiedad. De la misma manera, llegó a ser muy cercano a la reina Isabel II, ostentando cargos en palacio y siendo nombrado Marqués de Valdegamas, con grandeza de España...
Si su figura se hubiese quedado ahí, sería un personaje relevante en nuestra historia. Un buen orador y gran periodista. No obstante, sería en sus últimos años, cuando dio un viraje ideológico, en el momento en que trascendió las fronteras...
Cortés se horrorizó ante el caos que veía en la Europa de su época. La Revolución Francesa y las Guerras Carlistas habían dejado en él una marca que no hizo sino aumentar ante las revoluciones de 1848. En ese momento, el pensador vio cómo gobiernos a los que él había defendido caían presa de la anarquía o la tiranía.
Es en esta época cuando el pacense realiza sus mayores aportaciones, recogidas en su «Discurso sobre la dictadura» en 1849, y el «Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo»...
Según su punto de vista, el liberalismo más radical y el socialismo habían llevado todo al relativismo, a un espacio en el que cualquier cosa podía ser discutida..." https://www.larazon.es/cultura/historia/teologia-politica-donoso-cortes_2023021563ec44ccacd8e6000172c6e0.html
Queda claro que el último Donoso iba a contramarcha del camino que había emprendido el Occidente otrora cristiano. ¿Qué postura tomar ante este derrotero? Evidentemente la postura que se impone es decididamente pesimista. Pero este pesimismo acerca de la situación sociopolítica no está reñida, en un hombre de fe, con la virtud teologal de la Esperanza. Una mirada pesimista sostenida en una Esperanza sobrenatural no es otra cosa que una visión apocalíptica del mundo del que ya casi se estaba despidiendo:
“En el mundo antiguo la tiranía fue feroz y asoladora, y, sin embargo, esa tiranía estaba limitada físicamente, porque todos los Estados eran pequeños y porque las relaciones internacionales eran imposibles de todo punto; por consiguiente, en la antigüedad no pudo haber tiranías en grande escala, sino una sola: la de Roma. Pero ahora, señores, ¡cuan mudadas están las cosas! Señores: las vías están preparadas para un tirano gigantesco, colosal, universal/inmenso; todo está preparado para ello; señores, miradlo bien; ya no hay resistencias, ni físicas ni morales; no hay resistencias físicas, porque con los barcos de vapor y los caminos de hierro no hay fronteras; no hay resistencias físicas, porque con el telégrafo eléctrico no hay distancias, y no hay resistencias morales, porque todos los ánimos están divididos y todos los patriotismos están muertos. Decidme, pues, si tengo o no razón cuando me preocupo por el porvenir próximo del mundo; decidme si al tratar de esta cuestión no trato de la cuestión verdadera.” (Discurso sobre la Dictadura)
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